Hoy sigo buscando tu paso en el
sendero
y quiero decirte que te quiero.
He sentido tu brisa sin sentirte.
Te he soñado y he visto tu gruta
mágica, entre las flores pomposas escondida.
Te diré que me has
parecido como un jazmín, y he visto en tus ojos
profundos regueros de estrellas,
y he sentido rumores de aljibe
bajos tus lindos pechos...
Desde el lecho, abrazados, hemos visto como
algunas
gotas de la fina
lluvia morían en el cristal de la ventana...
mientras fundíamos en una
sola las ascuas de nuestras bocas.
Te acuerdas? Qué felices hemos
sido!!!
Ahora lo sé porque te he visto
desnuda.
Y ya no puedo mirar nada que no
sea tu desnudez radiante.
No concibo otro cielo que el que
se ha
extendido este día ante mis ojos deslumbrados...
Radiante como la rosa me pregunto, niña bella,
radiante como la rosa, si eres mujer o eres
diosa,
lucero o brillante estrella.
Eres claro amanecer de un florido
abril risueño,
mitad mujer, mitad sueño, gozo, deleite y
placer.
En cuanto tu imagen vi. hechizado
me rendí
al embrujo de tus ojos;
y un dulce néctar bebí en la copa
de rubí
que forman tus labios rojos.
Te abrazo entre las sábanas de mis sueños. |